10 consejos para cuidar los manteles de algodón

Para lucir -y presumir- de manteles bonitos, no basta con comprar los modelos de mayor calidad en la tienda. También es preciso poner mucha atención al cuidado de los tejidos. Cuidar aspectos como el lavado o el planchado de la mantelería es una manera perfecta de garantizar una larga vida a la ropa textil del hogar. Lavar, planchar e incluso almacenar correctamente las piezas es un modo de conservar perfectamente los colores y el aspecto de la ropa con la que vestimos la casa.

En este artículo te damos algunos sencillos consejos para conservar tus manteles e individuales, para que no pierdan la calidad e intensidad de los colores, no se estropeen los bordados o encajes y luzca impecable a lo largo de los años.

1. Manchas en el mantel, ¿cómo quitarlas?

Ante una mancha difícil hay que actuar con rapidez para que no se fije en el tejido. Si ya es demasiado tarde, lo aconsejable es usar un producto quitamanchas antes de lavar.

2. Prelavado, ¿sí o no?

En general, se recomienda prelavar las prendas para ayudar a «deshacer» las manchas. Se aconseja que el prelavado se realice en agua fría, y aplicando un producto quitamanchas en los lugares concretos en los que haya suciedad.

3. Lavar, mejor con agua tibia

Saber a cuántos grados hay que lavar las prendas de algodón suele generar muchas dudas. He aquí algunas pautas para saber cuándo utilizar una temperatura u otra.

El agua fría y el agua tibia son ideales para el prelavado, y para lavar prendas que no tengan manchas. En manteles con encaje o tiras bordadas, es preferible lavar siempre con agua fría. De este modo evitaremos que se estropeen los adornos textiles.

El agua caliente ayuda a desinfectar los tejidos e intensifica la ación del detergente. Sin embargo, si se trata de una macha «vieja» o que lleva varios días sobre el tejido, se corre el riesgo de fijar aún más la mancha.

En todos los casos, es conveniente no pasarse con la temperatura a la que se lavan los tejidos. Lavar con agua demasiado caliente puede causar desteñidos o que se encoja la tela.

Si se trata de un mantel con encaje, es conveniente no centrifugar para evitar que se estropee el trabajo.

Por lo general, los manteles de algodón deben plancharse a alta temperatura, pero no la máxima que permita la plancha. Si el tejido tiene bordados, es aconsejable plancharlos del revés.

4. El detergente más eficaz para eliminar las manchas

Contrariamente a lo que se suele pensar, usar más cantidad de detergente no es sinónimo de lavar mejor. Más bien sucede lo contrario: si nos pasamos con el detergente, las prendas tendrán aspecto de sucias. Echar detergente de más podría, incluso, estropear la lavadora y generar malos olores en las prendas.

En todo caso, a la hora de saber qué medida de detergente echar en la lavadora, hay que seguir las indicaciones del fabricante.

Quien se pregunte qué opción es mejor: si el detergente líquido o el detergente en polvo, he aquí las respuestas:

  • El detergente líquido se disuelve mejor en el agua que en detergente en polvo, pero es más caro. Es adecuado para prendas delicadas y de color.
  • El detergente en polvo es más económico y eficaz contra las manchas, pero requiere de una temperatura superior a 30 grados para que pueda disolverse bien y mezclarse con el agua. Por este motivo, el detergente en polvo es conveniente para manteles de algodón y prendas blancas.

5. Suavizante: sí, pero en poca cantidad

El uso de suavizante no es bueno para el medio ambiente, pero sí es recomendable para que las prendas tengan un aroma agradable y facilitar el planchado.

Lo más importante es usar la cantidad adecuada, y evitar pasarse de detergente para evitar estropear el tejido.

Los manteles con bordados y encajes de Las Hilanderas se pueden lavar en la lavadora con agua caliente, aunque se aconseja secarlos al aire libre y plancharlos a temperatura media para conservar las decoraciones hechas a mano.

6. A la hora de secar, mejor al aire libre

Aunque hoy en día los electrodomésticos están pensados para proteger los tejidos, es preferible optar por secar los tejidos al aire libre.

Quienes, por cuestiones prácticas, prefieran secar la mantelería en la secadora, disfrutarán de dos importantes ventajas: salen menos arrugas y el planchado es más fácil.

Cualquier tejido que lleve bordados o encajes no se debe secar en secadora. Una vez lavadas, se pueden escurrir con cuidado para eliminar el exceso del agua, y luego se dejan secar al aire.

7. Planchar a altas temperaturas y en pasadas rápidas

El algodón natural, como el que se utiliza en la ropa de cama de Las Hilanderas, se plancha con facilidad a alta temperatura (nunca la máxima) y en pasadas rápidas y uniformes.

Para hacer más rápida la tarea, se puede pulverizar el tejido con unas gotas de agua destilada o agua de planchado.

Si se trata de manteles con bordados o encajes, lo ideal es regular la temperatura de la plancha y ponerla a pocos grados. El encaje se puede planchar del revés, deslizando con suavidad la plancha para evitar que el encaje se rasgue.

A la hora de almacenar la mantelería, se aconseja hacerlo en lugares secos, sin ningún tipo de humedad.

8. A la hora de almacenar, siempre en un lugar cerrado y seco

A la hora de guardar un mantel, es preciso hacerlo en un lugar seco, alejado del polvo y de la humedad.

Si se trata de un mantel blanco, guárdalo en una tela o bolsa de color azul. De este modo la luz no traspasará al tejido: no saldrán manchas y no perderá su blancura.

En el caso de los manteles de fiesta, que suelen permanecer almacenados durante mucho tiempo, lo ideal es guardarlos en un lugar cerrado, en el que no entre la luz.

9. Cómo evitar dobleces en los manteles

Si eres una verdadera maniática del orden, quizás te guste este consejo para guardar tus manteles sin tener que plancharlos antes de utilizarlos.

Un truco sencillo para mantener la mantelería en armarios y cajones sin que se hagan dobleces consiste en  envolverlos en torno a un tubo largo de cartón. Puedes usar los tubos sobrantes del papel de aluminio o el papel absorbente de cocina.

Solo tendrás que doblar el mantel por la mitad y, una vez tengas la tela plegada de manera alargada y estrecha, ir enrollando alrededor del tubo. Podrás guardarlo vertical u horizontalmente: ¡y listo!

La próxima vez que uses tu mantel enrollado sobre un tubo de cartón no aparecerán las feas dobleces que tanto disgustan a las más perfeccionistas.

10. Cómo mantener perfumados tus manteles

Mantener los manteles en casa con buen olor es bastante sencillo. Puedes aromatizarlos haciendo uso de pequeños sacos perfumados rellenos de perlas de resina, pétalos de flores o hierbas aromáticas.

 

 

 

 

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