Origen y tradición de los vestidos de cristianar

El faldón de cristianar es una prenda tradicional que se pone a los bebés el día de su bautizo y les cubre de la cintura hasta los pies. Se trata de una pieza elegante, utilizada en las ceremonias de bautismo. Por lo general, se hereda entre hermanos, y de padres a hijos. Siempre de una generación a otra.

El traje o faldón de cristianar se suele fabricar en organdí, batista o algodón de alta calidad. Y se adorna con puntillas, bordados y encajes. En ocasiones se adorna también con cintas de colores beige, rosa o azul celeste.

El vestido de cristianar tiene su origen en el paño bordado con el que se envolvía al niños cuando los bautizos se realizaban por inmersión. Una práctica cristiana que se desarrolló hasta el siglo XVII.

Los complementos del traje de cristianar de Las Hilanderas se confeccionan de manera artesanal. Se trata de un trabajo manual de gran delicadeza y calidad.

La capota del vestido de cristianar, símbolo de pureza

Otra de las piezas que compone un traje de cristianar es, además del faldón, la capota. La capota cubre la cabeza del bebé, y simboliza la llegada del Espíritu Santo. Éste se representa con una paloma en las imágenes del bautizo.

Los trajes de cristianar son piezas de alto valor que se heredan de una generación a otra entre los miembros de una misma familia

El vestido de cristianar de la Casa Real, utilizado por todos los miembros de la familia Borbón desde 1938

Los infantes de la Familia Real española han recibido las aguas bautismales vestidos con una misma prenda. Se trata de un faldón de cristianar con una larga trayectoria histórica dentro de los Borbones. La primera vez que se utilizó fue para vestir al Rey Don Juan Carlos e día de su bautizo. Fue el 26 de enero de 1938 en Roma, en la capilla de los Caballeros de la Orden de Malta.

Aquel traje de cristianar se estrenó en pleno exilio de la Casa de Borbón. Y ha sido el atuendo con el que todos los niños de la familia han recibido el primer sacramento.

Después de 35 años, la Infanta Elena fue vestida con el mismo traje en su bautizo. Fue en el Palacio de la Zarzuela en 1963. Tras el bautizo de la infanta Elena, siguieron el de la Infanta Cristina, en 1965. Y el del príncipe Felipe, en 1968.

Los tejidos más utilizados en la confección de faldones y trajes de cristianar son el organdí, la batista y el algodón.

La nueva generación de la Casa Real ha sido bautizada con el mismo traje de cristianar: el del Rey Don Juan Carlos

La nueva generación de niños de la Casa Real también ha sido bautizada con el traje de Cristianar de Don Juan Carlos. Froilán, Juan Valentín, Victoria Eugenia, Pablo Nicolás, Miguel, Irene, Leonor y Sofía. Un total de ocho nietos que ha lucido la misma prenda el día de su bautizo.

El traje de cristianar de los Borbón es una de las reliquias mejor conservadas de la Familia Real. Está hecho con hilo beige, cintas de raso, encajes y puntillas bordadas a mano.

A mayor número de detalles, como encajes y bordados, más valor adquiere el traje de cristianar.

Una pieza artesanal que se hereda de una generación a otra

Un vestido de cristianar es una prenda de alto valor. Ésta se confecciona con tejidos de la mayor calidad y adornos artesanales. Los detalles son hechos a mano con delicadeza y esmero.

Por último, para su óptima conservación se aconseja envolverlo en tela. Lo ideal es usar un paño de terciopelo blanco. Y en un lugar seco y alejado de la luz.

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